Descripción:
El proceso de envejecimiento afecta a todos los tejidos de la cara y se caracteriza principalmente por una reducción en los volúmenes fisiológicos. Esto determina la ptosis tisular que caracteriza a una cara envejecida. En medicina estética, durante mucho tiempo, se ha intentado compensar esta imperfección mediante la introducción de rellenos que equilibran el volumen perdido. Hoy tenemos la posibilidad de regenerar fisiológicamente todos los tejidos de la cara, devolviendo a esto, no sólo el volumen juvenil normal, sino también la función biológica de los tejidos recién formados. El tratamiento inicialmente implica la diferenciación de células madre quiescentes presentes, fisiológicamente, en todos nuestros tejidos y su posterior estimulación metabólica y proliferativa para optimizar el estado biológico del tejido tratado. Esto resulta en la neoformación de células juveniles metabólicamente activas que restauran el cuerpo al tejido al restaurar el volumen. Una vez que se alcanza el volumen fisiológico, el tejido detiene su regeneración, porque la mecano transducción limita el riesgo de hiperplasia. Dependiendo de los diferentes tejidos y la vida media de las nuevas células formadas, el tratamiento, una vez que se alcanza el volumen fisiológico, se mantiene por diferentes tiempos.
